Amar sin nadie, vaya cosa triste.

domingo, 15 de marzo de 2009

[...]
VLADIMIRO.- No perdamos el tiempo en discusiones inútiles. (Pausa. Con vehemencia:) Hagamos algo, ahora que se presenta la ocasión. No siempre nos necesitan. La verdad es que no se nos necesita. Otros lo harían igual que nosotros, si no mejor. La llamada que acabamos de escuchar va dirigida a toda la Humanidad. Pero en este lugar, en este momento, nosotros somos la Humanidad, querramos o no. Aprovechemos la ocasión antes que sea tarde. Representemos dignamente por una vez la escoria en que la desgracia nos ha sumido. ¿Qué te parece?
ESTRAGÓN.- No te escuchaba.
VLADIMIRO.- Bien es verdad que quedándonos de brazos cruzados, pensando los pros y los contras, también hacemos honor a nuestra condición. El tigre se precipita en auxilio de sus semejantes sin pensarlo. O se refugia en lo más espeso de la selva. Pero la cuestión no es esta. "¿Qué hacemos aquí?", es lo que tenemos que preguntarnos. Tenemos la suerte de saberlo. Sí; en medio de esta inmensa confusión, una sola cosa está clara: esperamos que venga Godot.
ESTRAGÓN.- Es verdad.
VLADIMIRO.- O que caiga la noche. (Pausa) Tenemos una cita, y se acabó. No somos santos; pero hemos acudido a la cita. ¿Cuántos pueden decir lo mismo?
ESTRAGÓN.- Multitudes.
VLADIMIRO.- ¿Te parece?
ESTRAGÓN.- No se.
VLADIMIRO.- ¡Quizá!
POZZO.- ¡Socorro!
VLADIMIRO.- Lo evidente es que el tiempo, en estas condiciones, pasa despacio y nos lleva a llenarlo con acciones que, ¿cómo diría?, a primera vista pueden parecer razonables, y a las cuales estamos acostumbrados. Me dirás que es para que nuestra razón se nuble. De acuerdo. Pero he aquí lo que me pregunto a veces: ¿no anda errante ya en la continua noche de los grandes abismos? ¿Sigues mi razonamiento?
ESTRAGÓN.- Todos nacemos locos. Algunos siguen siéndolo.
POZZO.- ¡Socorro! ¡Les daré dinero!
[...]
VLADIMIRO.- No; quiero decir que no serías capaz de sostener que cuando vine al mundo ya estaba mal de la cabeza. Pero la cuestión no es esta.
[...]
VLADIMIRO.- Estamos esperando. Nos aburrimos como ostras, qué duda cabe. Bueno. Se nos presenta diversión, y ¿qué hacemos? La dejamos que se pudra.

Beckett, Samuel;
Esperando a Godot.
Esperar. Todo el tiempo esperamos.
Puede que la mayoría sepa de qué se trata nuestra espera.
Mientras tanto pensamos y razonamos muchas cosas y nos perdemos de lo que pasa a nuestro alrededor
O no.
Sólo nos divertimos y hacemos muchas cosas y estamos tan ocupados en esas cosas que nos olvidamos de lo que esperamos.
Esperar.
Esperemos a Godot.
Todos tenemos nuestra cita.
Lean el libro, se lo recomiendo:)
TE AMO.

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