Querido, ya no sé en qué idioma decirlo, ni con qué palabras escribirlo. Lo único que me sale, es ser tan terrenal como estas dos palabras que voy a tipear:
Te extraño.
A la mañana, a lo largo del día, cuando cae la noche, cuando cierro los ojos, cuando escucho una canción, cuando cruzo la calle, cuando escucho el despertador.
Te extraño.
Cuando más trato de no extrañarte, cuando intento apagar mi cabeza y no te pienso, pero después, cuando descanso de todo el esfuerzo que hice por no extrañarte, es cuando más te extraño porque mi corazón grita, con todas las fuerzas, porque mi pecho se llena de presión, porque tu cara, con tu voz, con tus manos, con tus besos, con los abrazos que me dabas, cobran protagonismo, y me dicen lo que quiero escuchar, que vos, como yo, también me extrañás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario