Me estoy mordiendo los dedos para no escribirte, para que no te enteres que te extraño, que cada segundo que pasa me duele más. No sé dónde meterme el orgullo, pareciera que no me quiero ni un poquito, cualquier cosa me hace pensar en vos y en lo bien que estaríamos en este momento si las cosas hubieran pasado de otra manera. Me duele el corazón, sí, y la cabeza. Me duelen de pensar, y de hacer fuerza por no pensar. Pero la verdad es que no puedo. Me cuesta muchísimo todo y más cuando te veo en todos lados, aunque no te cruce. Porque estas clavado en mi retina, como si tuviera las lentes manchadas con la foto de tu cara. Estas en mis manos, como si te estuviera acariciando a cada rato. Estas en mi naríz, como si estuviera oliéndote todo el tiempo, cuando salías del laburo, cuando salías de bañarte, cuando dormía con vos. Estas en mis oídos, como cuando me susurrabas las palabras más lindas del mundo, estás en mi cama, en mi cabeza, en mi corazón, en mi casa, en la calle, en mi teléfono, en la pc, en la tele, en carteles, no sé. No paro de pensar en vos. De pensar que te quiero ver, de pensar que vas a estar esperándome en la puerta de casa, o viniéndome a buscar, o yéndome a visitar, o cuando suena mi celular o cuando suena el teléfono. Estas en mis sueños, como si te hubieras instalado en mi almohada. Estas en todas las frases de amor que escucho, en todos los "te extraño" o en todos los "te amo". Te instalaste en mi cabeza, en mi corazón, en mis sueños, en mi vida. No te puedo sacar ni arrancar pero porque tampoco quiero. No quiero llorar más. Quiero que vengas ahora a abrazarme, como cada vez que lloraba y te iba a buscar para que lo hicieras. Sólo así me quedaba más tranquila. Sintiéndote al lado mío, escuchando tu voz, sintiendo tus besos, tus caricias. Sintiéndote a vos.
Te extraño y no me animo a nombrarte porque cada letra de tu nombre me lastima. Me lastima porque ya no te puedo nombrar, no te puedo tener, no te puedo tocar ni abrazar ni besar ni decirte lo mucho que te quiero, lo mucho que te amo, que te necesito, que te espero.
Me odio. Me odio mucho por esperarte, por creer que en cualquier momento me vas a venir a buscar para decirme que, como yo no puedo estar sin vos, vos no podés estar sin mi. Me falta algo. Lo más importante que tenía, que me costó un huevo conseguir. Me faltas vos, y me duele. Me duele mucho no tenerte hoy acá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario